La remembranza del verso de Jorge Manrique, nos centra en el devenir de la vida y muerte, con emoción, pero con gran tristeza, nos evoca a reunimos para recordar y rendir homenaje a nuestros queridos compañeros de Promoción, que han partido de este mundo dejando una huella imborrable en nuestras vidas, en nuestro Colegio, en Cajamarca. Por ello, es momento especial para orar y rogar por las almas de todos ellos, rogar por todos nosotros que nos vaya bien en la vida, rogar por el descanso eterno de nuestros difuntos, del seno de nuestras familias, de aquellos que siempre estarán en nuestra memoria.

A nuestros recordados compañeros de la Promoción 1972: “JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI”, aquellos que ya no están físicamente con nosotros; pero lo están espiritualmente y eternamente, a ellos les rendimos homenaje, con oración por el descanso eterno y con el recuerdo de su grandeza, de sus mejores cualidades, de su compañerismo sin mezquindad, de sana fraternidad de la cual nos contagiamos en los claustros Sanramoninos, cualidad que será imperecedera.

La Promoción José Carlos Mariátegui, la conformaban 152 compañeros en sus cuatro aulas magnas de quinto de secundaria, de nuestro querido Colegio San Ramón de Cajamarca; cuyo nombre adoptado sabiamente, hace referencia no sólo al Mariscal Ramon Castilla, presidente del Perú, sino también a San Ramón Nonato, santo patrón de los niños, embarazadas y acusados falsamente, padre de los angustiados y afligidos.

Por ello, como católicos, cristianos, o de otras creencias, recordamos solemnemente a nuestros muertos, en estas líneas a nuestros compañeros difuntos que, en metáfora, salidos del purgatorio, se han sanado espiritualmente, se han santificado en la visión cristiana y han logrado gozar de la vida eterna a la venia de Dios. Por ello, honor y saludo de los que no están ungidos santos, pero que viven en Dios. Entre ellos, nuestros veintitrés compañeros difuntos.