En diversas partes del mundo se observa en la actualidad un creciente aumento de la violencia familiar y sexual, que impacta negativamente en la sociedad, en la mayoría de los casos las mujeres son violentadas por sus parejas, y el escenario más frecuente es el propio seno del hogar, el lugar que aparentemente podría pensarse más seguro, se convierte en la mayor trampa para muchas mujeres, en el extremo puede llegar a la muerte por feminicidio, fenómeno cuya tendencia se torna creciente, en este país y en muchos otros lugares del mundo. Esta circunstancia golpea a la sociedad, genera desastre social, económico, en el entorno más cercano, afecta a todos.

¿Qué explica este comportamiento persistente, en nuestras sociedades? En la mayoría de casos es la manifestación de patrones culturales muy enraizados, donde el machismo y otros factores psicosociales condicionan estos comportamientos negativos frente a la mujer, que la ejerce la pareja, el esposo o compañero, incluso otro actor que violenta a una mujer, sólo por su condición de mujer, en verdad complejo. En gran parte de la población predominan idearios, creencias, que colocan al hombre en una engañosa situación de predominancia sobre la mujer. Aspecto a tomarse en cuenta en la formación educativa de niños, niñas y adolescentes, a fin de ir formando idearios diferentes y de igualdad de género.
Las Naciones Unidas, en la conferencia sobre derechos humanos propugna la eliminación de la violencia contra la mujer, en todas sus formas, considerándolo: ”todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación de la libertad, tanto si se produce en la vida pública como en la privada”.[1] Esta manifestación de las Naciones Unidas, nos refleja una circunstancia generalizada en el planeta, que hay que ir mermando, hasta su desaparición, en algún momento.
En el Perú, hay avances sustantivos en la normatividad política para eliminar la violencia contra la mujer y los demás miembros de la familia, una de ellas es la Ley N° 26260 de Protección frente a la violencia familiar, donde se reconoce que, en la mayoría de los casos, es en el seno del hogar donde se vulneran los derechos fundamentales de la mujer y de la familia. Incluso se ha abolido la conciliación extra familiar, en materia de violencia familiar. En el espacio de tiempo del 2003 al 2015, aparecen otras normas para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer y los miembros de la familia. En el año 2018, se dan avances con el objeto de fortalecer la prevención, erradicación y sanción de toda forma de violencia contra los miembros de la familia y especialmente contra la mujer, con ello se busca mejorar los mecanismos de atención, prevención y protección de las víctimas, especialmente en el ámbito de protección.
A pesar de todos los avances en las normas de política, la violencia extrema contra la mujer, el feminicidio, se ha mantenido creciente, 130 feminicidio en el año 2017, 150 en el año 2018, más de 160 en el 2019. Espeluznante. Los casos de violencia familiar y sexual continúan con cifras elevadas y de alta gravedad. En el año 2018, la Policía registró 222 mil denuncias de violencia familiar y cerca de 8 mil casos de violencia sexual, incrementos sustantivos, frente al año previo, que nos siguen afectando y alertando. En el año 2018, el 63% de mujeres entre 15 y 49 años, alguna vez en su vida, fueron víctimas de violencia psicológica, física o sexual, por parte de sus parejas. En ese año, los programas de atención a las víctimas, impulsadas por el Ministerio de la Mujer, atendieron cerca de 134 mil casos de violencia familiar y sexual.
Las cifras alarman, pero a la vez ayudan a desentrañar los fenómenos, a reconocerlos y afrontarlos, sin estas, estaríamos ciegos frente a tan grave problema. Apuntemos por ellas, fortaleciendo los registros y los datos de calidad. A la larga ayudan a toda la sociedad.
[1] Asamblea General de las Naciones Unidas: “Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer”. Resolución 48/104 del 20 de diciembre de 1993.
Dr. Aníbal Sánchez Aguilar Subjefe del Instituto Nacional de Estadística e Informática del Perú (INEI).

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